2a convocatoria al taller GRACIAS A LA VIDA
Queridos amigos, les cuento que se han formado dos grupos para hacer la jornada intensiva de AUTOBIOGRAFÍA.
Sábado 9 de junio (quedan 2 lugares) y
Sábado 30 de junio (quedan 2 lugares).
Ambos de 9.30 a 20.30.
(Los ya inscriptos recibirián por mail aparte un breve instructivo para prepararse para la tarea).
Quienes preferían otras opciones, fíjense si pueden encuadrarse en alguna de estas dos porque se reunió cupo suficiente para estas fechas. Y avísenme.
A veces no podemos asentir plenamente a nuestra situación actual y no tenemos comprensión suficiente sobre la completud de nuestras vidas. Entonces nos invade una insatisfacción del presente, y pendulamos entre correr hacia el futuro incierto o atascarnos rumiando el pasado.
¿Han notado que habitualmente estamos esperando algo? ¿Cuánto tiempo de nuestra vida consumimos esperando? Espera en pequeña escala (la cola del banco, el embotellamiento de tránsito, que termine el horario del trabajo) y espera en gran escala (las próximas vacaciones, un empleo mejor, que los hijos crezcan, una relación significativa, hacerse rico, ser importante, alcanzar la iluminación). Es común que nos pasemos toda la vida esperando para empezar a vivir.
Cuando podemos ordenar, actualizar nuestro relato y hacer un balance amoroso de nuestro recorrido, podemos colocarnos en el lugar correcto dentro de nuestro sistema. Así logramos tener fuerza para vivir con plenitud y serenidad. Se nos hace posible estar en el mundo enteros y agradecidos. Capaces de vivir en el presente. Abiertos a lo nuevo.
La idea de conformar un grupo para hacer este trabajo está orientada a que podamos alivianarnos, contar con nuestros recursos genuinos y aumentar la confianza en nosotros mismos, en nuestro sistema y en nuestra vida.
Entonces el espíritu empieza a tener espacio y nuestra conciencia puede expandirse.
PARA REFLEXIONAR:
El entorno se aquieta cuando nosotros también estamos quietos.
Todo depende únicamente de mí y nada depende únicamente de mí.
El límite con que topamos también se convierte en bendición porque el alma para y recapacita.
Los espero. Un abrazo, Teresa
Sábado 9 de junio (quedan 2 lugares) y
Sábado 30 de junio (quedan 2 lugares).
Ambos de 9.30 a 20.30.
(Los ya inscriptos recibirián por mail aparte un breve instructivo para prepararse para la tarea).
Quienes preferían otras opciones, fíjense si pueden encuadrarse en alguna de estas dos porque se reunió cupo suficiente para estas fechas. Y avísenme.
A veces no podemos asentir plenamente a nuestra situación actual y no tenemos comprensión suficiente sobre la completud de nuestras vidas. Entonces nos invade una insatisfacción del presente, y pendulamos entre correr hacia el futuro incierto o atascarnos rumiando el pasado.
¿Han notado que habitualmente estamos esperando algo? ¿Cuánto tiempo de nuestra vida consumimos esperando? Espera en pequeña escala (la cola del banco, el embotellamiento de tránsito, que termine el horario del trabajo) y espera en gran escala (las próximas vacaciones, un empleo mejor, que los hijos crezcan, una relación significativa, hacerse rico, ser importante, alcanzar la iluminación). Es común que nos pasemos toda la vida esperando para empezar a vivir.
Cuando podemos ordenar, actualizar nuestro relato y hacer un balance amoroso de nuestro recorrido, podemos colocarnos en el lugar correcto dentro de nuestro sistema. Así logramos tener fuerza para vivir con plenitud y serenidad. Se nos hace posible estar en el mundo enteros y agradecidos. Capaces de vivir en el presente. Abiertos a lo nuevo.
La idea de conformar un grupo para hacer este trabajo está orientada a que podamos alivianarnos, contar con nuestros recursos genuinos y aumentar la confianza en nosotros mismos, en nuestro sistema y en nuestra vida.
Entonces el espíritu empieza a tener espacio y nuestra conciencia puede expandirse.
PARA REFLEXIONAR:
El entorno se aquieta cuando nosotros también estamos quietos.
Todo depende únicamente de mí y nada depende únicamente de mí.
El límite con que topamos también se convierte en bendición porque el alma para y recapacita.
Los espero. Un abrazo, Teresa
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